El retumbar de las pesadas cuerdas del contrabajo de Orlando “Cachaito” López, se ha quedado en la memoria de los escenarios cubanos y del mundo entero. Leyenda del jazz latino, “Cachaíto”, conocido así por sus amigos, pasó a mejor vida. Falleció la noche del 9 de febrero de 2009, en su oriunda ciudad de la Habana, debido a una complicada operación de la próstata.
Hombre de mucho feeling. De tonos altos y poderosos, con precisiones clásicas y estructuras de danzón, acompañadas de improvisación y de una mágica conducción rítmica; interpretaba sus temas, este intérprete considerado tesoro nacional y revolucionario de la música cubana.
En una ciudad de algarabía como La Habana, en donde las prolongadas sonrisas de la gente se desperdigan a lo largo de cada retumbante callejón, se escuchará un día después de su muerte, el sollozo estremecedor de los amigos y familiares que despedirán con dualidad de emociones, entre el quebranto y el júbilo, a uno de los intérpretes cubanos más queridos por el mundo entero.
La ciudad del Montuno se vestirá de luto para homenajear a este grande del swing y del groove, cuya pasión por la música, lo ha llevado a congelar el tiempo, porque todos los que admiramos su trabajo, como melómanos insaciables, sabemos que tanto él, como otros grandes músicos de la ciudad de son y sol, que han perdido la vida, nos han heredado prominentemente una rica cultura musical latina, que para siempre permanecerá en nuestras entrañas.
“Cachaíto” ya no podrá admirar el alba de cada amanecer, "se quedó dormido y no apagó la vela" como diría el tema: El cuarto de Tula de Buena Vista Social Club. Ha descansado sus ojos para acariciar el cielo con su ritmo; sin embargo, aquí en la tierra, queda plena satisfacción de que llevó muy en alto la antorcha de sus raíces y su familia cubana, seno de una larga dinastía de músicos que se vanaglorian de su linaje bajista.
Orlando “Cachaíto” escribió con el swing de sus cuerdas una historia aparte en el jazz latino y en la música cubana. El espíritu de este intérprete quedará impregnado en el sonido del tumbao de sus discos, entre ellos, el de su extensa participación con la legendaria agrupación Buena Vista Social Club, de la que resulta ineludible hablar sin mencionar al admirable contrabajista.
Fue con la participación de esta banda, con quien el mundo reconoció el arte de este músico cubano que en 1997 habría ganado el premio Grammy.
La AFP escribió que el fallecimiento del bajista es otra pérdida sensible para Buena Vista Social Club, tras la muerte de Francisco Repilado (Compay Segundo) y el pianista Rubén González en 2003, el cantante Ibrahim Ferrer en 2005 y el sonero "Pío" Leyva en 2006.
A los 76 años de edad muere Orlando “Cachaíto” López, quien ha escrito el fin de su historia con la misma fuerza espiritual con la que interpretaba su música, y con la que ahora, nos hará recordarlo para siempre.
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